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#TMrural: Fermoselle en Zamora, Castilla y León (España)

Elsa Bernaldo de Quirós | Miércoles 03 de abril de 2024
Las mil bodegas son el orgullo del pueblo

Fermoselle, una villa zamorana conocida por ser la capital de los Arribes del Duero, una hermosa comarca natural situada entre España y Portugal, está construida sobre rocas de granito y solía tener murallas. Aunque no quedan restos visibles de su muralla, su casco antiguo es digno de ser explorado para descubrir por qué es considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

El Parque Nacional de las Arribes de Duero, un lugar poco conocido de España, se encuentra en los límites con Salamanca y Portugal. Es un enclave único que tiene como frontera el propio río Duero. El cauce del río Duero, a ratos navegable, es el que divide o une, serpenteando por 180 kilómetros de cañones de vértigo. Este paisaje increíble de plantaciones de granito se dibuja en el suelo de granito, donde también se encuentran olivos y vid, de los cuales se obtiene el vino.

En la Ruta del Vino Arribes, se pueden visitar 30 de las mil bodegas de Fermoselle. Estas bodegas se encuentran en los cañones bañados por el río Duero. Por otro lado, el resto de las bodegas son lugares privados, cuevas excavadas en la roca que han pasado de generación en generación. En la actualidad, estas bodegas se utilizan para celebrar comidas familiares o reuniones de peñas durante las fiestas populares. Además, algunas de estas bodegas son visitables.

En Fermoselle, diez de las bodegas que funcionan son cuevas y en total hay 17. Las cuevas antiguas pueden llegar a tener siete niveles de altura, lo cual ha llevado a que se diga popularmente que el subsuelo del casco histórico de Fermoselle parece un queso Gruyère debido a la cantidad de agujeros que tiene.

En el siglo XVIII, se fundó Pastrana, una cueva histórica que se destaca por sus bóvedas de sillarejo y sus paredes construidas con elementos provenientes de castillos y casas habitadas por judíos.

Pastrana, un lugar ideal para los amantes del vino y el enoturismo, se destaca por su producción exclusiva de vino tinto. Utilizando uvas Tempranillo, Rufete y, principalmente, Juan García, la variedad autóctona de Arribes, esta bodega ofrece experiencias únicas a sus visitantes. Además, cuentan con una sala con vistas panorámicas ubicada en la planta superior de la entrada principal, donde se llevan a cabo catas y sesiones de degustación.

La mejor manera de llevarse un buen sabor de boca de Fermoselle y salir por la puerta grande (o por la Puerta Villar, más conocida como la puerta del Arco, que en su día debió ser la única entrada), es comer en restaurantes tradicionales como el España. Si alguien se queda con ganas de más.

Hay lugares en los alrededores del Parque Nacional de los Arribes del Duero, como sus miradores. A lo largo de los cañones del Duero, existen más de 60 miradores. Uno de ellos es el Mirador del Fraile, que cuenta con una pasarela sobre el cañón que no es apta para quienes tienen vértigo.

Gastronomía:

  • Arroz a la zamorana, su origen nace del aprovechamiento del cocido.
  • Bacalao a la tranca: típico de la zona, suele hacerse con aceite y ajos.
  • Los periquillos consisten en dulces que se elaboraban tradicionalmente en la época de carnaval.

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