Viajar por trabajo ya no es un lujo, es parte del día a día de muchas empresas. Desde PYMES que envían a sus equipos a ferias hasta multinacionales que cierran acuerdos en distintas ciudades, los desplazamientos son constantes. Y aunque el viaje en sí puede ser inspirador, lo que muchas veces genera estrés es el control de los gastos. Aquí es donde entran en juego las cuentas para empresas, una herramienta que se ha vuelto clave para mantener las finanzas bajo control en cada movimiento.
La cara oculta de los viajes de empresa
Las ferias como FITUR en Madrid o el Mobile World Congress en Barcelona atraen cada año a miles de profesionales. Pero detrás del networking, las reuniones y los acuerdos, existe una realidad mucho menos glamurosa: facturas que no cuadran, gastos mezclados con tarjetas personales y complicaciones fiscales. Cuando no hay un sistema claro para separar el dinero corporativo del personal, la confusión está servida.
La utilidad real de una cuenta empresarial
Una cuenta empresarial no es solo un número distinto al de la cuenta personal. Permite centralizar pagos, entregar tarjetas a distintos empleados y, lo más importante, controlar en tiempo real cómo se mueve el dinero. Para una empresa que viaja con frecuencia, esto significa transparencia, facilidad para justificar los gastos y mayor confianza frente a Hacienda.
Además, las cuentas de este tipo suelen ofrecer servicios extra que simplifican la gestión: extractos personalizados, categorización de movimientos o integración con softwares de contabilidad. Todo esto reduce horas de trabajo administrativo que antes se perdían en cuadrar facturas de hoteles, taxis o comidas.
Tecnología al servicio de los viajes corporativos
Hoy, las entidades bancarias y las fintech compiten por ofrecer soluciones digitales para empresas viajeras. Plataformas ya permiten cargar tickets desde el móvil, asignar presupuestos a cada empleado y generar informes instantáneos. Esto no solo facilita el control, también evita disputas internas sobre qué gasto corresponde al negocio y cuál no.
Evitar las sorpresas en el extranjero
Cuando una empresa se mueve fuera de la zona euro, los gastos pueden multiplicarse si no se tiene cuidado. Las comisiones por cambio de divisa y los tipos de cambio poco favorables son un quebradero de cabeza habitual. Por eso, cada vez más cuentas para empresas ofrecen tarjetas multidivisa o acuerdos especiales con proveedores financieros. En la práctica, esto significa que pagar en dólares en Nueva York o en libras en Londres no se convierte en un coste extra.
Un aliado para crecer viajando
Los viajes corporativos seguirán siendo un motor clave para las empresas que buscan expandirse, cerrar alianzas o participar en ferias internacionales. La diferencia está en cómo se gestionan esos desplazamientos. Una cuenta empresarial no solo facilita el día a día financiero, también marca la diferencia entre un viaje que impulsa al negocio y otro que deja más dudas que resultados.